A muchas personas les da miedo ponerse frente a la cámara. De hecho, es uno de sus mayores temores. No hay necesidad de eso, dice la entrenadora de ponentes Sandra Dierx. Ella nos da 5 consejos para que su presentación sea un éxito.
1. Nunca piense: "Sé más o menos lo que voy a decir"
"La buena preparación es sagrada para mí. Si piensa: ‘improvisaré un poco’ o ‘siempre hablo con calma’, es posible que de repente tartamudee frente a la cámara. O que piense que hizo una buena presentación, cuando pudo han dado una super presentación", dice Sandra Dierx, entrenadora y ponente con más de 21 años de experiencia. Su consejo: comience a tiempo y escriba su guion. Debe tener muy claro lo que quiere decir, cuál es su mensaje central, cuánto debe durar exactamente y para quién lo está haciendo. Es algo importante, dar una buena presentación. Pero las personas que se preparan bien, se divierten mucho más presentando y lo viven con menos estrés”.
2. ¿Practicando frente al espejo? No hay necesidad de ello
"Es un viejo mito: practicar frente al espejo", dice Sandra. "Y durante todos estos años, nunca lo he hecho. La gran desventaja de esto es que se mira principalmente a usted mismo. Es mucho mejor practicar para otra persona. Elija a alguien que tenga conocimiento de lo que está diciendo y pueda ayudarle con comentarios constructivos. Así que no elija alguien que ama todo lo que hace o alguien que presta atención a los detalles que no son muy importantes en ese momento. Por ejemplo, que su cabello no esté bien arreglado. Lo más importante es que su historia es buena y que sabe cómo transmitirla".
3. Su primera y su última frase debe ser sólida
Sandra: 'Esas dos frases realmente determinan cómo se transmite una historia. Para la primera frase, es mejor elegir una pregunta, una declaración o una narración. Sobre todo, nunca empiece con: "Voy a hablar sobre..." Eso es realmente letal. Termine con, por ejemplo, una pregunta y también asegúrese de que sea claramente una conclusión, por cómo la enfatiza".
4. No dude en pedir ayuda
“Incluso los ponentes más destacados del mundo tienen entrenadores. Siempre hay cosas que se pueden hacer mejor. En su historia, su lenguaje corporal y el ritmo al que habla. Si quiere crecer en lo que hace, es mejor contratar a un profesional. Yo misma lo hago. Pero quizás lo más importante sea la conexión con su audiencia. Si la audiencia no siente lo mismo que está tratando de transmitir, su mensaje ciertamente no se transmitirá. En una palabra, conectarse es tan importante como su historia. Trabaje en su historia de antemano, conéctese durante su discurso”.
5. ¿Es usted introvertido o extremadamente exuberante? Entonces también puede dar una buena presentación
“Una vez tuve un director que dijo las sabias palabras: ‘Incluso si la escena es intensa o emocional, siempre trata de disfrutar lo que estás haciendo’, dice Sandra. Regularmente escucho a la gente decir: presentar no es para mí, porque soy introvertido; o: demasiado exuberante; o: lo encuentro demasiado emocionante para mí. Mi experiencia es que todos pueden hacerlo, con la preparación adecuada y presentando de la manera que más les convenga. Entonces debería ser emocionante pararse frente a la cámara, pero después la mayoría de la gente piensa: qué bien lo hice. Y qué genial fue. Todos pueden aprender a hablar en público, por eso es mejor investigar su propio estilo".
‘Cuando me preparo, digo un texto cincuenta veces para mí. Realmente quiero que se quede entre las orejas. Lo hago a propósito cuando estoy haciendo algo, cuando doblo la ropa o cuando camino. Así es como la historia entra en su sistema. No tenga miedo de jugar con el silencio y las pausas. Esas son cosas sutiles de suma importancia, especialmente frente a una cámara. También es importante hablar con calma y apoyar sus palabras con valiosos gestos con las manos. De esa manera, una historia llega aún mejor a su público objetivo".